Butia capitata, la Palmera de la jalea o Butiá, es una especie de planta perteneciente a la familia de las palmeras (Arecaceae).
★ Distribución
Es originaria del sur de Brasil y los departamentos de Rocha y Treinta y Tres en Uruguay. En este país forma los únicos palmares naturales que quedan de esta especie, aunque se encuentran en grave peligro, debido a la presión ganadera principalmente. Se planta como ornamental, y se ha introducido a ese efecto en otras regiones del mundo. Se confunde fácilmente con la estrechamente emparentada B. yatay, también conocida como yatay, más alta y de fruto incomestible, que forma los grandes palmares de la provincia de Entre Ríos y el Uruguay. Se la denomina a veces erróneamente pindó, aunque este nombre corresponde en rigor a Syagrus romanzoffiana, una especie lejanamente emparentada.
★ Características
Butia capitata es una palmera de hasta 8 m de altura y un estípite de unos 5-6 dm de diámetro, con las bases de las hojas caídas adheridas al tronco y raíz profunda. Cuando joven parece acaule. Muestra hojas pinnadas, con el raquis recurvado, de color verde ligeramente azulado o grisáceo, de hasta 3 m de largo al cabo de un pecíolo de 60 cm, subleñoso y dotado de espinas; los folíolos se insertan en el raquis en un único plano, formando una V. Las flores forman inflorescencias de color amarillo o rojizo, de hasta 1,3 m de longitud, conteniendo hasta 100 floros monoicos protegidos por una espata leñosa y acanalada; los masculinos ocupan el ápice del espádice, y muestran 3 sépalos, 3 pétalos y 6 estambres. Los femeninos tienen el perianto imbricado y el ovario súpero. Florece hacia fines de primavera.
El fruto es una drupa, y aparece arracimado; es esférico u oblongo, de hasta 25 mm de diámetro, de color amarillo o anaranjado y pulpa jugosa y abundante. Son comestibles para el humano, aunque pueden resultar ácidos. Las semillas son redondas, de color pardo, al menos por uno de los poros que tienen esas semillas brotará el peciólo cotiledonar, este es la principal señal que nos señala el comienzo de la germinación; de las semillas también se extrae un aceite comestible. Los frutos se pueden comer crudos una vez maduros, también con ellos se preparan licores, dulces y salsas (las salsas agridulces de butiá pueden servir para acompañar carnes asadas).
★ Hábitat y Cultivo
Butia capitata prefiere suelos bien drenados, ligeramente alcalinos o neutros, y mucho sol. Requiere bastante humedad en época de crecimiento, pero en invierno tolera bien la sequía y el frío, soportando temperaturas de varios grados bajo cero, aunque menos que B. yatay o Jubaea chilensis. Tolera bien el viento.
Las semillas requieren calor y humedad para germinar, un proceso que puede suspenderse varios meses en condiciones desfavorables. El endocarpo es muy duro; puede partirse para acelerar la germinación, a la cual también favorece el calor intenso.
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